Realismo
Las ideas románticas se fueron disolviendo poco a poco y se empezaba a reaccionar contrar "el arte por el arte". Algunos autores, cansados de lo imaginativo y pintoresco, pretendieron observar objetivamente a las personas, a la sociedad y a las acciones contemporáneas. Su objetivo era presentar un retrato de la sociedad. El término realista se empleó por primera vez en 1859, referido a la pintura, pero se amplió con posterioridad al resto de las artes, siendo en la novela donde se plasmó mayormente en el ámbito literario.
Valladolid, 4 de agosto 1834 - Madrid, 9 de junio 1903.
Poeta y político. Cuidaba la expresión de sus escritos, aunque en sus poemas están cargados de artificiosidad política, como en "Gritos del combate (1875)", en los que pretendía conseguir una poesía civil y patriótica. Se le suele achacar el abuso de una retórica demasiado fácil. "Raimundo Lulio (1875)" en tercetos, "La última lamentación de Lord Byron" en octava real, "El vértigo (1879)" en décimas. En "La visión de fray Martín (1880)" y "La pesca (1884)", se declara gran amante y observador de la naturaleza. Sus poemas históricos se diferencian de los románticos en que no tratan de describir ambientes, quizá por influencia del dramático de Robert Browning.
Navia, 24 de septiembre 1817 - Madrid, 11 de febrero 1901.
Poeta. Su obra se caracteriza por su deliberado prosaísmo, que rehúye conscientemente la belleza de toda idealización. Sus breves poemas, como "Humoradas", "Doloras" y "Pequeños poemas", pretenden romper con el Romanticismo, creando una poesía acorde con el momento, prosaica, sencilla, escéptica y en algunos casos irónica, con una moraleja que suele ser trivial. Hoy puede ser considerada por los estudiosos ramplona y banal.