Conjunto de poesía épica o lírica, de carácter popular y difundida por los juglares, artistas ambulantes que recitaban o cantaban en banquetes o fiestas para el goce de reyes y nobles, o en plazas públicas para un público más general, a cambio de dinero o comida. Había 2 tipos de juglares: los épicos, que recitaban poesía narrativa. Estos tenían más influencia entre los siglos X al XIII. Y los líricos, que se dedicaban a cultivar la poesía sentimental y a difundir composiciones poéticas como serranillas, coplas, etc., siendo más numerosos a partir de la segunda mitad del siglo XIII hasta el XIV. Acompañados con una gran diversidad de instrumentos, algunos componían sus propias letras, aunque por lo general recitaban versos de otros autores, denominados trovadores. El verso juglaresco se caracterizaba por su anisosilabismo, es decir, versos irregulares, entre 10 y 16 sílabas, con predominio de los versos alejandrinos. Usaban rima asonante, proporcionando más libertad para improvisar, lo que les hacía diferenciarse del mester de clerecía, carazterizado estos por lo opuesto, despreciando los hombres cultos o del cérigo el estilo popular de los juglares. El repertorio del mester de juglaría solían ser poemas denominados cantares de gesta, protagonizadas por héroes y caballeros que realizaban hazañas legendarias, donde el público, al oírlas continuamente, las iban memorizando de forma que algunas todavían perviven en la tradición oral y recordadas como romances integradas en el llamado romancero viejo. También se adaptaban a las particulares de cada lugar, introduciendo localismos y noticias. La mayoría de los autores son anónimos, ya que se trataban de largos cantos que iban cambiando a medida que se iban difundiendo. Uno de los cantares de gesta más famosos en España fue el Cantar de mio Cid y, en Europa, el Cantar de Roldán.